La actividad comenzará a las 10:00 horas en el estadio para luego subir el cerro que es parte del terreno del colegio y allí depositar las especies que fueron donadas por Conaf. Se trata de especies nativas como el quillay, la lenga y el peumo y también nativas con problemas de conservación como la palma chilena y especies exóticas como el ciprés. El terreno ha sido preparado previamente por los jardineros del colegio para que cada árbol tenga riego asegurado y esté protegido de los conejos mientras crece.
El deseo por reforestar el cerro partió el 2018 de la mano del apoderado Andrés Bravo y su preocupación por conservar el bosque esclerófilo, propio de la zona central del país. “El bosque endémico es una vegetación que solamente se da en estas latitudes y lugar del mundo, y está desapareciendo por el avance de la ciudad y el cambio climático”. Explica que “el cerro que rodea al colegio es especial para este tipo de vegetación, porque tiene orientación sur»; «por otro lado Conaf tiene un programa de reforestación que consiste en la donación de especies como las que el colegio recibió”, con estos antecedentes planteó la idea al rector, padre James McDonald C.S.C y al gerente, Pablo Miranda, “quienes desde un principio se mostraron muy interesados y estuvieron dispuestos a aportar, lo mismo pasó con el centro de padres anterior y con el actual”, añade. Finalmente, una mañana de agosto, mil cien georgianos plantaron árboles para fortalecer el pulmón verde de Santiago.
Esta iniciativa del Centro de Padres cuenta con el apoyo del colegio, el Centro de Alumnos y el Ministerio de Agricultura a través de Conaf.