Diecinueve fueron los alumnos del Liceo Saint Michel de Picpus, perteneciente a la Congregación de Santa Cruz, que visitaron Chile en un intercambio con el Saint George’s College. Llegaron el 7 de julio y arribaron directamente a casas de georgianos que durante el verano de 2018 viajarán a París. Los jóvenes pasaron estas semanas conociendo Santiago y sus alrededores, fueron a todas las obras de la congregación en nuestro país y también disfrutaron de los paisajes de San Pedro de Atacama y La Serena.
Sebastián Ramírez, chileno, es profesor de educación física en el Liceo Saint Michel de Picpus en París, donde vive hace 17 años. Comenta que uno de los aprendizajes más importantes de los estudiantes franceses está relacionado con conocer las distintas obras de la congregación en Chile: “Queremos que nuestros alumnos tomen fuerza y saquen ideas para implementar en París, porque si bien es cierto Francia es un país desarrollado, hay realidades que se parecen y conocer Fundamor y los comedores parroquiales ha sido fundamental”.
Uno de sus alumnos es Benoit Rettgee que lo que primero agradece es la acogida que ha tenido de su familia chilena. Cuenta que siempre le preguntan qué necesita y si está bien, “me trataron como uno más de la familia”. Añade: “Es mi primera vez en Sudamérica. Descubrí una nueva cultura, muy distinta a la que tenemos en Francia. En Santiago me gustó mucho el Museo de la Memoria, fue muy interesante aprender esa parte de la historia de Chile”.
Benoit se hospeda en la casa de Matías Bustos (10º) un joven como él al que le gusta jugar play y pasar tiempo con los amigos. Espera este verano conocer la cultura de Benoit, donde dice que los profesores son más estrictos y los jóvenes escuchan música diferente a la que estamos acostumbrados en esta latitud. De estas semanas relata que visitó nuevamente el Mueso Precolombino y que lo pudo disfrutar más que cuando era pequeño, porque ahora tiene los conocimientos correspondientes para apreciarlo.
Del intercambio de chilenos en Francia Sebastián Ramírez espera que los alumnos del Saint George, que ocuparán cargos importantes en el futuro, también saquen ideas y tengan la mirada de la organización social y urbana que existe en Europa.