El proyecto es uno de los más antiguos del colegio, cuenta Miguel Angel Morales, asistente de la pastoral de la III Unidad, ya que data de principios de la década del ´90, cuando nuestros estudiantes visitaban a las personas que vivían bajo el Puente Bulnes.
“El martes hubo un ambiente de alegría, agradecimiento y de mucha búsqueda por ambas partes”, relata Miguel Angel, “desde acá hay una inquietud por encontrar a Cristo en este contexto y, por parte de las personas que duermen en La Vega, la pregunta es por qué vienen, por qué nos visitan siendo tan jóvenes, por qué se preocupan por nosotros, si de todos lados nos han echado…”; se da un intercambio profundo, un verdadero encuentro con Cristo.
A su juicio, en esta salida, como en anteriores, se logró el objetivo: “Uno lo puede medir en la cantidad de personas que, luego de recibir su alimento, se quedan conversando con los chiquillos. Es bonito descubrir, en ese contexto complejo y a pesar de su situación, que ellos están muy agradecidos de Dios, especialmente por la visita de los más jóvenes”.