Después que los choripanes, el té y el café estuvieron listos, hicieron una oración en la que destacaron que iban a visitar a Cristo mismo que vive relegado en las calles de Santiago. Cuando llegaron a la calle Antonia López de Bello en el sector de la Vega, “los georgianos dispusieron todo su corazón para la entrega de alimentos”, cuenta Miguel Angel Castro, asistente pastoral de la III unidad. Continúa: “nuestra intención es que a través de este alimento podamos generar un encuentro que vincule a nuestros estudiantes y adultos con las personas de la calle y, a través de este encuentro, descubrir el rostro mismo de Dios”.
«Factor detergente»
En el lugar se generaron varias entretenidas e interesantes conversaciones. Una de las personas que se alimenta en La Vega decía a los georgianos que ellos son el “factor detergente”, porque son los encargados de limpiar y lavar toda la suciedad que hay en el mundo actual, relata Miguel Angel Morales. “Este mensaje dejó a los chiquillos pensando y, al parecer, les hizo sentido”, dijo. “Después de toda esta experiencia, cerramos la visita con un círculo formado por nosotros y las personas de la calle, hicimos oración final y partimos de regreso al colegio”.