Este viernes 22 de noviembre, en la Parroquia San Francisco de Sales, se celebró la misa para agradecer a Dios por la vida de los 183 georgianos que comienzan una nueva etapa, ya fuera del colegio. “El Saint George´s College ha sido parte de la vida de todos ustedes hoy aquí presentes”, dijo Emilia Garay, estudiante que ofició como guía junto a Antonio López. “Han recibido una educación de excelencia que a través de la cultura, la ciencia, el deporte, las letras y distintos proyectos pastorales, ha formado el hombre y la mujer que eres hoy”, señaló a sus compañeros.
En una eucaristía llena de simbolismos, los integrantes de la generación 2019 comenzaron a despedirse. Entraron con ellos al templo seminaristas de la Congregación de Santa Cruz y los sacerdotes padre James McDonald C.S.C, rector; padre David Halm C.S.C, director de pastoral; padre José Ahumada C.S.C, superior de la provincia Chile Perú; padre Michael Thomas C.S.C, capellán de la Tercera Unidad; padre Vincent Rozario C.S.C, capellán de la II Unidad, Padre José Tomei C.S.C y padre Rodrigo Valenzuela C.S.C, asesor del rector. La generación estuvo también acompañada de la directiva del Centro de Alumnos, el consejo directivo, todos los profesores del colegio y, por su puesto, sus familias.
En su homilía el padre Michael Thomas C.S.C predicó sobre la Carta de Pablo a los Corintios relativa al amor: “si tengo fe para mover montañas, si he aprendido todo, si soy el más sabio, si tengo la mejor PSU, si gano los premios, si hablo con palabras proféticas y fuertes…pero si no tengo amor… no soy nada. Nosotros, la comunidad georgiana, si no tenemos amor, no somos nada”, sostuvo, y este amor es el que conscientemente se preocupa y trabaja por el bien de los demás. “El secreto de amor es conocernos primero como personas profundamente amadas. Aunque no lo sientas y no te des cuenta o lo rechaces, cada uno de ustedes es profundamente amado. Alrededor de ustedes hay muchas personas que entregarían sus propias vidas por ustedes: sus papás, hermanos, profesores, abuelos, auxiliares y secretarias, sus curas, sus compañeros…” Continuó: “No te aferres a amores falsos que ahogan el amor auténtico: el prestigio, el poder, la comodidad, el dinero”. Padre Micheal Thomas los llamó a ser libres, a ver la hermosura de aves y flores y el amor fiel de Dios reflejado en ellos. “Y en esta vocación de amor –que presume justicia, que presume respeto, encontramos la boda entre nuestra vocación como ciudadanos y cristianos. Un país que sueña no solamente tolerarnos entre nosotros, sino ser hermanos”.
Después de la Eucaristía, las familias se dirigieron al colegio para compartir un desayuno. Allí se dieron a conocer los nombres de los mejores compañeros de cada curso y los de la generación.
Ellos fueron: Emilia Martínez Carrasco y Manuel Ripamonti Castellón del 12° A; Constanza Cornejo Núñez y Alvaro Schitt Vergara de 12° B; Constanza Molina Pinto y Nicolás Araya Schroder del 12° C; Antonia Nicholls Cáceres y Maximiliano Rojas Araya de 12° D; Candela Bravo Pérez y Piero Casanova Elías de 12° E. Sofía Valencia Valdivieso y Martín Páez Sánchez fueron los mejores compañeros de la generación.
También se reconocieron a los profesores jefe de 12 grado: Francisco Hurtado, Oriette Zárate, Gonzalo Álvarez, Pamela Corrales y Claudia Carter. Una mención especial hubo para los mejores docentes de las distintas unidades: en la primera unidad, Patricia Jiménez; en la segunda unidad, Cristián Rojas, y en la tercera unidad, Gonzalo Álvarez.
El Centro de Estudiantes, a través de su presidente Antonio López; la Old Georgians Association mediante su presidente Pablo González y el Centro de Padres con su presidente Mario Tapia también dieron algunas palabras para la generación.
Finalmente el Centro de Padres se despidió de las familias que dejan el colegio, es decir, que sus hijos menores egresan.