Después de 14 años, los estudiantes de 12º cosecharon los sueños que plantaron cuando estaban en Prekínder. Junto a las profesoras que los recibieron a los 4 años, sacaron las cápsulas del tiempo que enterraron con sus sueños para el futuro.
Cada curso se reunió en un círculo para revisar la lista de su curso, recordar lo que les gustaba del colegio y recoger lo que ellos soñaban ser en el futuro. “Me gustan los rincones (de aprendizaje) de la sala”, “Lo mejor son las tías”, “Me gustan los recreos” se podía leer en la lista de las cosas favoritas. “Quiero ser veterinaria”, “quiero ser carabinero”, “quiero ser peluquera” eran algunos de los sueños vocacionales de los estudiantes cuando eran pequeños y que ilustraron con lápices de colores.
Hubo risas, sorpresa, lágrimas y abrazos entre los compañeros de curso y también con los profesores. Todas las autoridades del colegio, comenzando por el rector, padre James McDonald, y el consejo directivo acompañaron a los alumnos en la ceremonia realizada el viernes 6 de octubre en el anfiteatro del colegio.