El gimnasio del colegio estaba repleto de alumnos de 3° a 12°, todos expectantes y contentos por volver a ver a Michael Thomas C.S.C y celebrar con él su primera misa en Chile tras ser ordenado sacerdote el sábado 27 de abril en la Basílica de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Estados Unidos. En este clima de fiesta y gratitud destacaban los alumnos del curso donde padre Michael es profesor jefe, el 10° D.
El rector del colegio, padre James McDonald C.S.C, dio la bienvenida a los alumnos, consejo directivo, miembros de Fundamor y también a sus hermanos de la Congregación de Santa Cruz que concelebraron la Eucaristía: padre José Ahumada, superior de la provincia Chile Perú; padre David Halm, director de pastoral; padre Andrew Gawrych, jefe de la casa internacional de formación; padre Rodrigo Valenzuela, asesor del rector; padre Vincent Rozario, capellán de la I Unidad; padre José Tomei, párroco de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo y padre Rómulo Vera, del Colegio Nuestra Señora de Andacollo.
Con cantos y aplausos los alumnos se sumaron a la celebración eucarística. El padre Michael, en su homilía, contó de qué manera Jesús lo había llamado a ser sacerdote y confesó que lo había hecho con la pregunta ¿Cómo está llamándome a amar? “Esa es la pregunta de la vocación de cada persona acá en este gimnasio”, dijo. “¿Cómo voy a ser la versión más auténtica de mí mismo?”, continuó para después citar a santa Catalina de Siena afirmando que “si somos lo que debemos ser, prenderemos fuego al mundo entero”.
Pero ¿cómo llegamos allá?, siguió interrogándose para encontrar la respuesta en el evangelio proclamado hoy: Yo soy el pan que bajó del cielo. Recordó que, sin pertenecer a una familia católica, desde la primera vez que escuchó esta lectura quiso entrar en comunión con Jesús: “Por eso me convertí al catolicismo, quise compartir mi ser con él”, dijo, y que el corazón de Cristo latiera al mismo tiempo que el suyo.
Padre Michael contó que la segunda parte de la vocación es un sacrificio de amor, que en el colegio tiene diversos nombres: Encuentro en la calle, misiones y trabajos, por ejemplo. “Cuando sacrificamos nuestro tiempo por amor estamos un paso más cerca de nuestra vocación, un paso más cerca de nuestro gozo y de nuestro ser más auténtico”, aseguró.
Casi al final de la misa, el rector, padre James McDonald C.S.C, regaló a padre Michael un cáliz y una patena para que con ellos se acuerde de las personas que ha conocido en el Saint George. “Muchas gracias Mike por tu presencia aquí”, dijo el rector antes de que la comunidad comenzara a aplaudir largamente, “deseamos que no te apartes de Jesús, que él sea tu modelo pastoral”, concluyó.